Zidane se movía con la prestancia de un torero. Cada gesto suyo era pura maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales https://neilfbvg028355.life3dblog.com/37152094/por-qué-materazzi-provocó-a-zidane